Los futbolistas del Eibar celebran en una piña el tanto armero. /
Ni las estadísticas más asentadas en su contra se le resisten a un Eibar que, tras acabar de un plumazo con su mal fario en El Toralín, recoge de nuevo el bastón de mando del que había sido desposeído por la UD Las Palmas tras su remontada ante el Mirandés, y continúa imperturbable su camino hacia el ascenso.
El sexto triunfo que prolonga la
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