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Salvado donde menos cabía esperar

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Agencias
S.D. Eibar

Salvado donde menos cabía esperar

El Eibar sella la permanencia con su segundo triunfo a domicilio en un Mestalla casi inexpugnable

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Domingo, 28 de abril 2019, 12:00

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Es la magia del fútbol. Solo seis días después de caer en casa del colista tras protagonizar el peor partido de la temporada, la

Porque realmente, la imagen dada en Alcoráz trasmitió el mensaje de que los azulgranas habían agotado ya todas sus fuerzas, y el hecho de que Mendilibar recurriera a los renqueantes Ramis y Rubén Peña había alimentado aún más las dudas. Pero

Los eibarreses viajaron hasta la capital del Turia en busca de las buenas sensaciones que los últimos resultados habían evaporado y, así como en Huesca todo salió torcido, mantuvieron un

Valencia

Neto, Wass, Gabriel Paulista, Roncaglia, Gayà, Ferran Torres (Carlos Soler, m.56), Parejo, Coquelin (Rubén Sobrino, m.77), Guedes (Santi Mina, m.83), Gameiro y Rodrigo.

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1

Eibar

Dmitrovic, Rubén Peña (De Blasis, m.46), Sergio Álvarez, Paulo Oliveira, Cote, Escalante, Jordán, Pedro León (Marc Cardona, m.71), Orellana, Cucarella y Sergi Enrich (Charles, m.80).

  • Gol: 0-1, m.90+2: Charles.

  • Árbitro: Estrada Fernández (comité catalán). Amonestó por el Valencia a Carlos Soler y Roncaglia y por el Eibar a Cote, Charles y Sergio Álvarez.

  • Incidencias: partido disputado en Mestalla ante 35.393 espectadores

Al

Los muchas veces criticados

Esas diferencias nunca se notaron, porque la escuadra de Mendilibar encaró el choque como había pedido el técnico, con mucha personalidad y con valentía, diciéndole alto y claro al Valencia que en absoluto estaba dispuesto a darse por vencido antes de jugar. De hecho, fueron los armeros los que protagonizaron las mejores ocasiones de una primera mitad en la que los locales solo inquietaron con un lanzamiento de falta directa de Parejo a la que Dmitrovic dio cumplida respuesta. Estuvo mucho más

El

El abulense había vuelto por sus fueros,

Pero esa acción llegó después de toda una segunda mitad muy combatida, en la que

Pero

Pero no piensen que los armeros se encerraron atrás para aguantar el chaparrón.

Pese a terminar jugando con cuatro delanteros,

Y fue precisamente entonces cuando

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