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Segunda División

¡Qué manera de complicarse la vida!

Atenazado por los nervios, el cuadro armero cede el liderato y gran parte de su renta tras ser superado por un Valladolid más determinado

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Domingo, 8 de mayo 2022, 13:15

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La fiesta que se preveía vivir en Ipurua acabó derivando en una tragedia que complica y de qué manera el avance del Eibar hacia el ascenso directo. De poder meter pie y medio en Primera, el cuadro armero y su afición ven ahora cómo sus opciones de subir por la vía rápida se han reducido de manera considerable tras sufrir la segunda derrota de la temporada en casa, precisamente ante el enemigo que amenaza seriamente la consecución de su objetivo.

Hasta un empate le habría servido para mantener los cinco puntos de renta con los que se encontró el lunes tras la derrota del Valladolid en su casa frente al Sanse, pero en lugar de aprovechar la ocasión que los pucelanos le pusieron en bandeja, los de Garitano se cayeron con todo el equipo y resucitaron a un rival que impuso su imperiosa necesidad al deseo de los azulgranas por dejar encarrilado su camino hacia la élite.

La presión que, en teoría, debería haber afectado más a un conjunto blanquivioleta que de perder se habría tenido que resignar a disputar el temido play off de ascenso, atenazó a una escuadra eibarresa que se vio tan sobrepasada que no fue capaz de realizar ni un solo disparo a puerta en los noventaytantos minutos que duró el partido.

Eibar

Cantero; Tejero, Burgos (Correa, min. 72), Chema, Toño García (Rahmani, min. 83); Sergio, Javi Muñoz; Corpas (Aketxe, min. 64), Edu Expósito, Stoichkov (Fran Sol, min. 72); Llorente (Leschuk, min. 83)

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Valladolid

Masip; Luis Pérez, Joaquín, El Yamiq, Nacho (Carnero, min. 73); Iván Sánchez (Monchu, min. 73), Roque Mesa (Kiko Olivas, min. 85), Aguado; Plata (Hervías, min. 85), Weissman, Toni Villa (Anuar, min. 60)

  • Goles 0-1, Nacho, de penalti (m. 68). 0-2, Weissman (m. 80)culmina una gran acción de Anuar por el flanco derecho.

  • El árbitro Mario Milla Alvendiz, del comité andaluz. Amonestó a Corpas, Chema, Burgos y Javi Muñoz, y a los visitantes Nacho y Aguado.

  • Incidencias Penúltimo partido de la temporada en Ipurua, donde se dieron cita 7.237 espectadores, entre ellos unos 300 llegados desde Valladolid, que protagonizaron un lleno que no se veía desde las citas del Eibar ante los grandes de Primera.

Pero es que además de no llegar a inquietar a Masip en ningún momento, el equipo armero tampoco supo proteger su fortaleza, que acabó colapsando por completo en una recta final de partido que evidenció la desesperación local al ver cómo el sueño se escapaba cuando ya casi lo tocaba con sus dedos.

La excepción fueron unos primeros minutos en los que se apreció cierta ambición por parte de un Eibar que sí mostró intensidad y fuerza para luchar por la ansiada victoria. Pero la alegría y el optimismo que se respiraron en las calles de la localidad durante toda la jornada dominical comenzaron pronto a diluirse al comprobar que el Valladolid se iba haciendo con el bastón de mando sin que los azulgranas mostraran signos de poder arrebatárselo.

Con Llorente atado, Stoichkov enrocado en tratar de hacerlo todo solo y Expósito y Corpas lejos de su nivel habitual, el ataque del Eibar se limitaba a los pequeños arrebatos de un Tejero luchando solo contra el mundo.

Y sin la luz que ha venido iluminando los éxitos cosechados hasta ahora, los de Garitano también se fueron quedando a oscuras atrás.

El descanso tampoco ejerció de interruptor para encender la bombilla. Tras lo visto en la primera mitad a Pacheta le costó poco convencer a los suyos de que podían salir de Ipurua reenganchados de nuevo al tren que llega a la estación principal sin necesidad de hacer escalas.

Y aunque en la primera mitad el acoso de los pucelanos no llegó a atemorizar, el peligro que generó el equipo visitante nada más comenzar el segundo acto desarboló por completo a locales.

El temor estaba más que justificado, puesto que tras un cabezazo de El Yamig y una gran intervención de Cantero al saque de una falta, un penalti por una mano de Stoichkov dentro del área permitió a Nacho enmudecer a unos seguidores eibarreses que vieron cómo los poco más de 300 aficionados llegados de Valladolid disfrutaron de su fiesta cuando Weissman sentenció en el 80.

Garitano reconocía que la victoria de los pucelanos «fue justa». «En los veinte primeros minutos han sido mejores. Cuando nos hemos puesto con cinco atrás hemos estado mejor, tapando su banda derecha, incluso al final del primer tiempo con balón hemos estado mejor. Al principio del segundo tiempo no hemos empezado mal, pero luego han tenido unos minutos que han generado alguna ocasión, luego el penalti y el segundo gol. El que hacía el primer gol tenía mucho ganado». Garitano reconoce que está tranquilo, «toca levantarnos, no estamos muertos por haber perdido. Cuando peleas por un ascenso no se acaba tres semanas antes, finaliza en Alcorcón faltando diez minutos».

«Estamos dolidos, éramos conscientes de la dificultad del partido. Cuando pierdes te queda una mala sensación. Sabemos en qué puesto estamos, qué tenemos que hacer de aquí en adelante. Hay que pensar ya en darlo todo en Leganés y en el resto de partidos que nos restan, hay que pelear mucho para lograr el objetivo».

Partido grande el de esta tarde en Ipurua. El Eibar recibe al Valladolid este domingo a partir de las 16.00 horas sabiendo que si gana sería, salvo hecatombe en forma de tres derrotas seguidas en el cierre del campeonato, equipo de Primera División de ...

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