Gaizka Garitano consulta su reloj, en Atxabalpe. /
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Aunque 2022 pasará a la historia como el año en el que el Eibar se quedó sin ascender a Primera tras ser líder hasta el último minuto de la pasada temporada, al menos lo quiere cerrar con un nuevo triunfo que le permita disfrutar así del turrón navideño y comerse las uvas de fin de año en lo más alto de la clasificación. Todo un reto pa
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