Gran decepción la que vivió ayer la ciudad armera. Con mayúsculas. Se pasó de un bullicio ensordecedor, de cánticos de ascenso a un silencio absoluto, fue como si un ciclón se hubiera llevado a toda la población. La afición lloró, no se lo podía creer. El minuto 91 y un equipo descendido como el Alcorcón quedarán grabados en la memoria
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