Diario Vasco

SD EIBAR

Amaia Gorostiza, la cabeza visible de un equipo que apuesta por la continuidad

Amaia Gorostiza recibe un abrazo de felicitación
Amaia Gorostiza recibe un abrazo de felicitación / Morquecho
  • Amaia Gorostiza llegó al Eibar en noviembre de 2014 de la mano de Alex Aranzabal como una figura que reportaba prestigio a la entidad

Amaia Gorostiza ya no es solo la primera presidenta de la historia del Eibar, sino también la única que ha sido elegida por la extensa masa accionarial del Eibar. Una mayoría ha depositado su confianza en ella y asume el reto de dirigir la entidad azulgrana hasta el 2022 con la responsabilidad que le otorga el cargo, pero también con la ilusión que le ha acompañado desde que el pasado 23 de mayo fuera designada por el anterior Consejo de Administración para sustituir al dimitido Alex Aranzabal.

Aterrizó en el Eibar en la Junta de Accionistas celebrada 20 de noviembre del 2014, precisamente de la mano del anterior mandatario, junto a otros cinco consejeros, que fueron presentados por el propio ex presidente como unas figuras que reportarían prestigio y experiencia empresarial y profesional para el club armero.

Nunca ha escondido que su única atadura con el fútbol antes de eso se reducía a presenciar los partidos que disputa uno de sus cuatro hijos. Tampoco ha ocultado nunca sus simpatías por otros equipos, ni el hecho de que hasta entonces no era ni abonada ni socia del Eibar. Algo que no resultó relevante cuando Aranzabal le incluyó en su grupo de trabajo, pero que después le ha granjeado no pocas críticas que ha tenido que ir toreando cuando se supo que era una de las consejeras que le había retirado su apoyo varios meses después.

Su vida siempre ha estado ligada al mundo empresarial, no en vano es hija de Amaya Tellería, una de las empresarias eibarresas más prolíficas. No solo forma parte del Consejo de Adminitración de esta conocida firma, sino que también es consejera y miembro de Comisión Económica de Elkargi SGR, así como consejera e Interventora de APD Zona Norte. Pero, por alguna cuestión que nadie ha llegado a razonar, también se le han restado méritos en este sentido.

Los que le conocen destacan su calidad humana y su carácter afable, mientras que los directivos que le han acompañado en este intento y fructífero año de mandato aseguran que «ha sabido ejercer su cargo en armonía, delegando las responsabilidades en los profesionales de cada departamento, sin protagonismos individuales».

Con cuatro hijos que ya han superado la adolescencia y una gran trayectoria profesional a sus espaldas, dista mucho de ser una mera imagen que queda bien en las fotos. Prefiere considerarse parte activa de un equipo, la punta del iceberg de un grupo de personas que trabajan de forma altruista por el Eibar, y que aboga por continuar con los proyectos que han llevado al club armero a lo más alto.

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