Diario Vasco

El Eibar deja el listón en lo más alto

Los jugadores eibarreses se ejercitan en las instalaciones de Atxabalpe en una sesión durante la temporada bajo la supervisión de los técnicos armeros.
Los jugadores eibarreses se ejercitan en las instalaciones de Atxabalpe en una sesión durante la temporada bajo la supervisión de los técnicos armeros. / MORQUECHO
  • El décimo puesto y la clasificación para los octavos en Copa han superado con creces las expectativas marcadas por la entidad azulgrana

Para enmarcar. El Eibar ha cerrado su tercera temporada en Primera en décimo lugar, una plaza que, sin duda, es todo un logro para un club que sigue teniendo uno de los presupuestos más bajos de la categoría, pero que no refleja con exactitud la excepcional campaña realizada. Tras permanecer prácticamente todo el campeonato por encima del octavo puesto y después de hacer soñar a los suyos con la posibilidad real de conseguir el pasaporte para competir en Europa, el conjunto azulgrana se ha tenido que conformar con perder dos posiciones en una última jornada en la que dejó patente su carácter competitivo y luchador en el feudo de un Barcelona que necesitó Dios y ayuda para remontar un 0-2 en contra. Pero por encima de lo que indican los números finales firmados por el equipo, no cabe duda de que el club ha alcanzado su cima más alta.

Un final no tan feliz. Las tres derrotas consecutivas ante el Atlético, Sporting y Barcelona con las que ha cerrado el campeonato, dejaron un mal sabor de boca en un plantel que, por momentos, llegó a tocar el cielo con los dedos, pero ya en frío y mirando las cosas con perspectiva, no cabe otro calificativo posible que no sea decir que el Eibar ha hecho un temporadón. Ha dejado el listón tan alto que, aunque pueda disponer de un mejor presupuesto de cara al próximo ejercicio, será muy difícil de repetir, ya que además del gran rendimiento mostrado en la competición liguera, también hay que recalcar la primera clasificación de la historia para disputar los cuartos de final de Copa, frente a nada menos que el Atlético de Madrid.

Regularidad como compañera. Pese a que el torneo comenzó con una derrota ante el Deportivo que dirigía Gaizka Garitano, el conjunto azulgrana se ha destacado por su fiabilidad a lo largo de toda la temporada. Sus diez victorias y tres empates en Ipurua le han consagrado como uno de los equipos más fuertes en su feudo, pero no hay que olvidar que los armeros han conseguido 21 de sus 54 puntos definitivos lejos de Ipurua, lo que refleja la gran regularidad para habitar durante toda la campaña en la zona alta de la tabla. Ese carácter competitivo le ha permitido despojarse de su cartel de novato y, mientras que en ejercicios anteriores no había sido capaz de puntuar ante los grandes de la categoría, este año se ha visto en posición de meterles miedo incluso en su propio estadio, como ocurrió con el histórico empate (1-1) obtenido en el Santiago Bernabéu.

Aportación colectiva. La clave del gran rendimiento ofrecido radica en que el cuerpo técnico ha sido capaz de hacer grupo, de hacer sentir que todos son necesarios y de sacar lo mejor de cada uno de ellos. Mendilibar se ha apoyado en una columna vertebral muy reconocible, pero el técnico no se ha cansado de resaltar la trascendencia que han tenido aquellos que, saliendo desde el banquillo, han sabido responder y aprovechar sus oportunidades. Debido a la gran concentración de lesiones que se han producido desde diciembre hasta el mismo final de Liga, solo nueve integrantes del plantel han superado los 2.000 minutos, pero en mayor o menor medida todos, incluidos los tres jugadores del filial a los que hubo que echar mano en los momentos más críticos, han tenido su parte de culpa en el éxito.

Sólidos cimientos. Cuando arranque la temporada 2017-18, el Eibar partirá con el casillero vacío, pero no desde cero. Los 18 jugadores que siguen vinculados a la entidad, 19 en cuanto Ramis firme su renovación, reportan una gran estabilidad. Aunque el preparador azulgrana es consciente de que no todos los que están seguirán, sabe también que la dirección deportiva tiene muy claros los nombres de los que llegarán para suplir las bajas. Ivi y Samu Sáiz son, como lo fueron en su día Enrich y Lejeune, dos apuestas provenientes de Segunda División, pero hay recursos para lograr fichajes que reporten aún más ilusión a la afición azulgrana. El Eibar se ha consolidado en Primera División y todo lo que consiga en la próxima temporada será un nuevo logro.

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