Era demasiado bonito para ser verdad. Iván Ramis, que había logrado esquivar las lesiones que tanto le persiguieron en la pasada temporada, corre el riesgo de perderse buena parte de lo que resta de campaña. El balear fue intervenido ayer por el doctor Javier de la Fuente en la Clínica Pakea Mutualia de San Sebastián de una rotura del maléolo tibial de su pierna izquierda y, aunque el club no ha dado a conocer una estimación concreta, todo apunta a que le espera un largo período de recuperación. Dado que su baja deja a Mendilibar con Alejandro Gálvez, Florian Lejeune y Mauro dos Santos como únicos centrales, el club azulgrana baraja la posibilidad de reforzar el eje de la zaga con la contratación de un nuevo defensa.
Esta decisión estaría condicionada por la duración de su proceso de rehabilitación, aunque por los precedentes vividos por otros futbolistas, este tipo de lesiones requieren entre dos y cuatro meses, como le ocurriera por ejemplo al realista Markel Bergara en febrero de 2006 cuando militaba precisamente en el Eibar. Es un periodo estimado, ya que el club no dio a conocer información al respecto.
En cualquier caso, el Eibar no se puede permitir el lujo de estar tanto tiempo con su bloque de centrales incompleto, por lo se entiende que Fran Garagarza y su equipo de trabajo ya se han puesto manos a la obra para dar con un sustituto que encaje en el perfil deseado, y a poder ser sin tener que realizar un desembolso económico.
Las opciones son diversas. Por un lado, existe la alternativa de acudir al mercado de agentes libres, ya que únicamente tendrían que hacerse cargo de la ficha del jugador, aunque no deja de ser una apuesta muy arriesgada, dado que el estado físico del elegido en cuestión sería toda una incógnita.
Las opciones más viables pasan por esperar a que llegue el mercado invernal y ver qué se exhibe en el escaparate la Segunda, una alternativa que ofrece pocas garantías, toda vez que el puesto de central ya fue en verano de los más difíciles de cubrir. Por tanto, lo más probable es que el Eibar solicite la cesión de algún jugador que no esté teniendo muchos minutos en su equipo.
Una solución de urgencia para solventar un contratiempo que rompe por completo los esquemas del club, que por fin había logrado dar con la mejor versión de Iván Ramis después de una campaña plagada de problemas físicos. Después de haber rendido a buen nivel en los ocho partidos que había disputado hasta ahora, en los que ha marcado dos goles, su suerte cambió en el entrenamiento del pasado viernes en Atxabalpe, donde se retiró tras sufrir un golpe que aparentemente no parecía nada grave. Sin embargo, con el paso de las horas sus molestias se agudizaron y tras causar baja de cara al derbi de San Mamés, el club confirmó justo al término del partido ante el Athletic que el defensa debía pasar por el quirófano tras serle diagnosticada una rotura del maléolo tibial de su pierna izquierda.
Mauro y el Leganés
La lesión de Ramis obligará a Mendilibar a tener que dosificar a los tres restantes centrales de que dispone, lo que abre la puerta a que Mauro dos Santos pueda ir entrando con mayor asiduidad en los planes del técnico. El argentino, titular durante buena parte de la pasada campaña, se ha visto relegado a la grada tras la llegada de Alejandro Gálvez y Florian Lejeune
Aunque sí dispuso de tres partidos en la parte inicial del campeonato, llevaba ya cinco jornadas consecutivas quedándose fuera de la lista de convocados hasta que el domingo sí viajó a San Mamés con el resto de los elegidos para el derbi, aunque finalmente se quedó en el banquillo.
Curiosamente, en las últimas horas habían surgido rumores sobre el posible interés del Leganés por contar con el zaguero argentino de cara a la segunda vuelta del campeonato, pero la prolongada ausencia del balear en los próximos meses cierra por completo la puerta a esta posibilidad.
La fortuna que el Eibar estaba teniendo al esquivar las lesiones le ha dado la espalda, pero al menos, la de Ramis es la única baja conocida de cara al derbi del domingo (12.00 horas) ante el Alavés en Ipurua. Un partido en el que se espera una gran invasión de aficionados vitorianos.