Diario Vasco
Fran Rico, entrenándose en Atxabalpe.
Fran Rico, entrenándose en Atxabalpe. / MORQUECHO

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Fran Rico avisa de la dificultad del Granada

  • Tras cinco años en Los Cármenes, el gallego ansía ganar allí con el Eibar, aunque avisa de que «el Granada te dificulta mucho el juego»

Hace menos de dos semanas, Fran Rico (Portonovo, Pontevedra, 1987) permanecía en Granada a la espera de que el Eibar consiguiera hacerse con su cesión para las dos próximas temporadas. Llevaba cinco años en el club nazarí y, gracias a su dedicación durante todo ese tiempo, y a que ayudó a conseguir salvaciones milagrosas para los blanquirrojos, se había hecho con los galones de capitán y con el cariño de la afición.

En esas, en junio llegó Paco Jémez, que mitigó el disgustó por el descenso del Rayo Vallecano firmando un contrato por tres temporadas con el club granadino. A la vuelta de las vacaciones, el centrocampista gallego no tardó demasiado en percibir que su puesto estaba destinado a otros jugadores.

La llamada del Eibar, que ya había intentado fichar al pontevedrés con anterioridad, le hizo ver que el final del túnel estaba en Ipurua, a donde llegó el pasado 27 de agosto dispuesto a ser «tan feliz en Eibar como lo fui en Granada», aseguró en su presentación.

Tras haber disputado su primer partido, de carácter amistoso ante el Sporting de Gijón en Torrelavega, se ofrece como uno más del plantel para jugar en Los Cármenes, un lugar cargado de emociones y recuerdos para él. Será inevitable sentir un cosquilleo en el estómago cuando vuelva a pisar el estadio nazarí, pero tiene muy claro que los colores que defiende y siente ahora son los azulgranas. «Será un partido muy especial», reconoce el mediocentro armero. «Acabo de salir de allí hace nada y enfrentarme a mis excompañeros y mi antiguo club será muy especial, pero ahora defiendo otros colores y vamos con la idea de conseguir la victoria».

Si alguien tiene información privilegiada sobre el rival del domingo es él, que enumera los puntos fuertes del conjunto granadino. «Sabemos la idea de juego que tiene. Siempre intentar salir desde atrás, presiona prácticamente al hombre y te dificulta mucho la salida de balón, pero con nuestro juego y tal y como planteará el partido el míster, espero que podamos sacar algo».

Cinco años de entrega

Su marcha causó una gran decepción a la afición granadina y, por eso mismo, no sabe cuál será el recibimiento que se le tribute allí, aunque él entiende que nadie le puede reprochar nada. «No sé cómo me recibirán. Lo que puedo decir es que me fui con la conciencia tranquila de lo que hice allí», remarca. «Lo he dado todo en los cinco año que defendí la camiseta», insiste, aunque también añade que «ahora solo voy con la intención de ganar porque defiendo los intereses del Eibar, que son los míos».

Su pretensión y la del Eibar es lograr en Granada el primer triunfo de la campaña a domicilio, y además le encantaría conseguirlo gracias a un gol suyo, pero una cosa es desear marcar y otra celebrarlo ante la que ha sido su afición durante cinco intensas temporadas. «Habría que ver si se da el caso, pero tengo mucho respeto por ese club, que me ha dado mucho y sobre todo por la afición, que me ha tratado fenomenal. Haré lo posible por meter un gol si juego, pero no lo celebraré», anuncia.

Un grupo espectacular

Guarda mucho cariño a los que han sido sus compañeros hasta ahora, pero también se deshace en halagos hacia los que se ha encontrado a su llegada a Eibar. «El grupo es espectacular a nivel humano», declara esbozando una sonrisa. «A nivel deportivo también está demostrando ser un buen bloque. Tiene una base muy fuerte de la buena temporada que hicieron el año pasado, y con los refuerzos ha mejorado y tenemos más fondo de armario. Es más competitivo e intentaremos lograr la permanencia».

Los que ya estaban, y los que acaban de llegar, como él, tienen grabado a fuego que «ese es el objetivo y sabemos de las dificultades, pero creo que el equipo está capacitado para permanecer un año más y queremos demostrarlo a partir de este partido».