Diario Vasco

s.d. eibar

Hora de «empezar a sumar de tres en tres»

José Luis Mendilibar, en un entrenamiento del miércoles en Atxabalpe.
José Luis Mendilibar, en un entrenamiento del miércoles en Atxabalpe. / MORQUECHO
  • Un Ipurua con solo tres cuartos de su aforo habitables asiste con expectación al primer partido como local del remozado equipo armero

  • El Eibar se presenta ante su afición deseoso de brindarle un triunfo que mitigue la decepción sufrida en el estreno liguero

La Liga ha arrancado a una velocidad endiablada y las prisas por ganar se han instalado en el seno de aquellos que fallaron en su estreno liguero. En esa tesitura se encuentran el Eibar y el Valencia, que se ven las caras hoy en Ipurua perseguidos por unas urgencias que parecen no tener en cuenta que pase lo que pase, después de este partido, quedarán otras 36 jornadas por dirimir.

«Pierdes el primer partido y se encienden las alarmas y ya hay obligación de ganar», dice sorprendido José Luis Mendilibar. Y eso que sobre él no cae una soga que muchos seguidores valencianistas ya quieren apretar sobre el cuello de Pako Ayestaran, porque si yael 2-4 sufrido en Mestalla a manos del Las Palmas consideran toda una afrenta, todo lo que no sea ganar en Ipurua les parecería imperdonable.

Para evitar que el nivel de estrés se incremente también por estos lares y porque para todo profesional, salir a ganar es una obligación. El entrenador azulgrana es consciente de que «hay que empezar a sumar de tres en tres». No quiere ni plantearse el hecho de pasar las dos próximas semanas de competición con cero puntos en su casillero.

Ese camino hacia el triunfo pasa en gran medida por no cometer errores como los que costaron la derrota ante el Deportivo, aunque no quiso despejar ninguna de las dudas que envuelven el primer once que ponga en liza esta temporada en casa. Tiene a su entera disposición a los veinte efectivos que conforman el plantel, por lo que antes de determinar su equipo definitivo tendrá que hacer dos descartes.

La vuelta de Escalante parece asegurada, probablemente en detrimento de Rivera, mientras que también podría producirse el debut de Lejeune, en el puesto que ocupó Gálvez en Riazor. Habrá que ver si mantiene a Juncà o se decanta por Luna, pero también si apuesta por Rubén Peña o Pedro León para la banda derecha, y si variará su sistema para jugar con dos delanteros, o bien mantiene ese tridente con Adrián en la mediapunta y Kike García como hombre más adelantado.

Los pájaros que sobrevuelan la cabeza de Sergi Enrich, tentado con fuerza por el Fulham, invitan a pensar que el balear podría quedarse en el banquillo, aunque como dijo el técnico a los periodistas «vosotros poned lo que queráis y luego yo haré lo contrario».

Una situación sin sentido

Ironías al margen, al de Zaldibar se le notó algo inquieto, porque faltan cinco días para que se cierre el plazo para la inscripción de nuevos jugadores y, además de tener que esperar con impaciencia la llegada de los tres refuerzos que necesita para completar su plantilla, no tiene del todo claro que pueda llegar a mantener a todos los jugadores que ahora mismo están bajo sus órdenes.

Todo un «desbarajuste» causado en su opinión por fijar la fecha límite para fichar dos semanas después de arrancar el campeonato liiguero, lo que provoca un ir y venir de jugadores que hoy están aquí y que mañana pueden recalar en el bando contrario. «No entiendo esta situación», declara evidentemente molesto. «Hay un desbarajuste de jugadores que van y vienen, que salen y no salen. No entiendo por qué no está el mercado libre toda la temporada. Podemos ir al súper todos los días del año, ¿no? Pues aquí lo mismo». Insiste en que «esto es una locura. Estoy deseando que llegue el 31 de agosto para centrarnos en lo que tenemos, porque ahora mismo el desasosiego resulta invitable. «Si viene alguien y pone el dinero no tienes nada que hacer. Tal y como está el fútbol y parece que todo el mundo tiene posibilidad de irse. Parece que nadie está contento con el contrato que ha firmado», lamenta.

Y no lo dice solo por el Eibar, que asiste con inquietud a los intentos por llevarse a jugadores como Enrich o Ander Capa. Este mismo panorama afecta también al rival armero, que ha viajado sin el alemán Mustafi, que está a un paso de comprometerse con el Arsenal, mientras que Paco Alcácer sí que ha sido incluido en la lista pese a que en la víspera se decía que el delantero no quería jugar porque ya tiene pie y medio en el Barcelona.

La diferecia, claro está, estriba en que al Valencia le van a caer una lluvia de millones, mientras que el Eibar se podría encontrar con que a última hora venga alguien con la querera y le deje sin una pieza fundamental. Que llegue el 31 de agosto.