Diario Vasco
Gorka García sacando de banda junto a Blas Ziarreta.
Gorka García sacando de banda junto a Blas Ziarreta. / JJ. AYGÜES

S.D.Eibar

«Recuerdo aquel 7-0, fue durísimo el viaje de vuelta a Valencia»

  • Gorka García, Exlateral izquierdo de la S.D. Eibar y Levante U.D.

  • Sufrió en sus carnes la mayor goleada del Eibar en Segunda en Ipurua; para el sábado ve al Eibar con confianza y al Levante apremiado por la necesidad

Nació hace 39 años en Antzuola. Vive en Vitoria. Lateral izquierdo. Jugó en el Eibar en la temporada 99/00. Llegó a la vez que Blas Ziarreta. Estuvo una temporada defendiendo la camiseta azulgrana, «para mí fue una vivencia inolvidable». En la 00/01 firmó por cuatro temporadas por el Levante UD, sufrió en sus propias carnes la mayor goleada sometida por el cuadro armero a un equipo en Segunda, aquel 7-0 del 7 de noviembre de 2001 al cuadro levantino que, este sábado, se presenta en Ipurua como rival en Primera.

–Vivió aquella dolorosa derrota en Ipurua junto a Iñaki Descarga, otro exarmero. Me imagino el viaje de vuelta a Valencia, ¿duro, no?

–Recuerdo perfectamente, creo que es la mayor goleada que he recibido. Nada más empezar, al minuto uno, Garitano nos marcó el primer gol. Desde el principio se veía que iba a pasar algo, no estábamos bien, la sensación que teníamos no era nada buena, sentíamos que aquello iba a acabar como el ‘rosario de la aurora’. La primera parte finalizó 4-0. Fue una vuelta a Valencia con muy malas sensaciones, no hay peor cosa para un futbolista que perder transmitiendo una pobre imagen, por un lado, y malas sensaciones, por otro, fue preocupante, fue una mala temporada para el Levante, llegamos a tener hasta cuatro entrenadores.

–(...)

–Quedamos cuartos por la cola, en puesto de descenso, conseguimos 50 puntos, pero pasó que el Burgos subió a Segunda y por razones administrativas no pudo quedarse, al final, nos mantuvimos. Aquel verano fuí cedido a Osasuna que estaba en Primera, llegué a jugar con los rojillos una temporada en la máxima categoría.

–A poco de cumplirse trece años de aquella goleada, dos de sus equipos se enfrentan en Primera en Ipurua. Lo harán este sábado, ¿vendrá?

–La pena es que no puedo ir, tengo un grato recuerdo de ambos. El Eibar para mí es muy especial. Llegué procedente del Amurrio. Blas Ziarreta, que había fichado por el Eibar y que veía una porrada de partidos, me trajo del Amurrio. El Eibar me dio la oportunidad de jugar en Segunda, de abrirme el campo hacia el profesionalismo, por esto y por el trato recibido, le guardo un cariño especial.

–¿Le sigue?

–Por su puesto que sí. Estuve en Ipurua la temporada del ascenso de Segunda Ba Segunda, soy amigo de Jito; la pasada campaña cuando vino el Córdoba, otro de mis equipos, fuí a visitar a Mikel Saizar. Tenía intención de ir este sábado, finalmente no puedo hacerlo, aunque tengo intención de acercarme en alguna jornada para disfrutar viendo al Eibar en Primera y en Ipurua. Le veré en la televisión, ya le he visto, me parece un bloque muy fuerte.

–¿Qué conclusión saca de este comienzo de temporada?

–La verdad que es un poco sorprendente para ser un recién ascendido. El trabajo de Gaizka está siendo formidable, el equipo tiene las ideas claras y es competitivo. En Primera tienes que luchar y estoy seguro que el Eibar va a competir, que va a estar otro año en la máxima categoría. Ojalá le veamos muchos años en Primera.

–¿Con respecto ante el necesitado Levante?

–A priori, creo que el Eibar llega mejor, con más confianza, le veo capaza de hacer cosas buenas porque confía en sí mismo. El Levante tiene la necesidad de romper su mala dinámica y el Eibar está fuerte. Si sigue con esa fortaleza pienso que puede lograr su objetivo. Ipurua tiene que ser su baza y estoy convencido que lo será.

–Jugó antes que en el Eibar en el Laudio, pasó al Amurrio y de aquí al Eibar para luego fichar por Levante UD, Osasuna, Córdoba, Lorca y Cultural Leonesa. En el Eibar disputó 41 partidos de 42 con Blas Ziarreta.

–Ziarreta me exigía muchísimo, me apretaba, me chillaba, pero he de agradecerle porque me dio toda su confianza. Prefiero a un entrenador que me apriete y me chille que aquel otro que no te dice nada y te ignora. Le debo mucho al Eibar.