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Ion Martínez Taus
Sábado, 30 de agosto 2014, 20:51
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Por poco no llegó la campanada. El Eibar plantó cara y por momentos se mostró superior al actual campeón de Liga en el encuentro disputado en el Vicente Calderón ante el Atlético de Madrid. Los colchoneros se llevaron la victoria gracias a dos goles marcados en jugadas a balón parado en el primer tramo del encuentro. Los armeros reaccionaron y dominaron en la segunda parte, pero no fueron capaces de remontar el resultado adverso.
Quizá el derbi guipuzcoano de la primera jornada y el duelo ante el campeón de Liga no sea suficiente para sacar conclusiones, pero de seguir a este nivel, puede que la permanencia no sea una quimera para el Eibar.
El encuentro se desarrolló a cara de perro entre dos equipos similares en intensidad, aunque muy diferentes en presupuesto y plantilla. Durante los primeros minutos de juego, el Atlético intentaba progresar frente a un correoso rival, bien plantado sobre el terreno de juego, mientras que el Eibar buscaba su ocasión en las jugadas a balón parado, con balones colgados al área por Javi Lara.
Sin embargo, el equipo colchonero es uno de los grandes especialistas del mundo en el aspecto de la estrategia, y a pesar de que todos los equipos estudían como abortar esta amenaza, nadie lo consigue. En la primera ocasión que tuvo a balón parado, dio un golpe de autoridad. En el minuto 12, Miranda marcaba tras un saque de esquina de Koke, que el central brasileño remataba de cabeza completamente solo en el primer palo.
El Eibar intentó reaccionar, pero le costaba llegar con peligro al área rival. Por su parte, el Atlético, muy cómodo sobre el terreno de juego esperaba su ocasión para matar el encuentro. Lo conseguían antes de la media hora de juego, volviendo a mostrar que son letales a balón parado. El encargado de marcar en esta ocasión era Mandzuki, que se elevaba sobre todos sus rivales tras un saque de falta de Gabi para marcar el segundo de cabeza.
Parecía que el encuentro estaba decidido, pero el Eibar, lejos de bajar los brazos, se sacó de la chistera una jugada sensacional para acortar distancias. Arruabarrena la jugó con Ángel, que de tacón se la dejó de cara a Abraham en la frontal del área, y el lateral catalán ejecutó un disparo colocado y con efecto que se coló por la escuadra de la portería defendida por Moyá. El tanto tiene más mérito si cabe si se tiene encuenta que el jugador cedido por el Zaragoza, formado en las categorías inferiores del Barça, es zurdo y golpeó con la derecha.
Antes del descanso, el Atlético apretó de nuevo para volver a ampliar distancias, obligando a Irureta a realizar alguna intervención de mérito para evitarlo. Por su parte, los azulgranas buscaban su ocasión para empatar el encuentro a la contra, aunque sin resultados.
Dominio armero en la segunda mitad
Tras la reanudación, los dos contendientes saltaron al terreno de juego con la misma intensidad que en los primeros 45 minutos y con alternativas en las dos áreas, aunque la más clara la tenía Albentosa para el Eibar, que no llegó a rematar por poco un centro de Javi Lara tras una mala salida de Moyá.
Pasaban los minutos, y los armeros cada vez se hacían más presentes sobre el verde, poniendo cerco al actual campeón de Liga en busca del gol que le diese el empate.
Era mejor el Eibar en la segunda mitad. Los guipuzcoanos lograron maniatar al actual campeón de Liga, mientras rondaban la portería de Moyá, pero no lograban plasmar esa superioridad en el marcador.
Por su parte, el Atlético contaba los minutos hacia la conclusión del choque con una sensación creciente de inquietud por el apretado marcador, las intenciones armeras, los centros que sobrevolaron el área y algún remate peligroso.
A falta de tres minutos para el final llegó la mejor ocasión del Eibar para dar la vuelta al resultado. La tuvo Ángel, que lograba internarse en el área y quedarse solo ante el portero tras un error de Godín, pero su disparo en el uno contra uno ante Moyá se le marchó desviado.
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